Imaginemos una torre de control en un aeropuerto cualquiera, de dimensiones medias - altas, la tensión que deben de sentir teniendo bajo su control el destino de miles de personas al día, aviones despegando, aterrizando o dando vueltas sobre el aeropuerto esperando su turno para tomar tierra. Ahora imaginemos otra situación completamente distinta, ¿y si el controlador estuviese controlado por una persona?, mirando por detrás de su cabeza lo que está haciendo, ¿tomarían las decisiones de la misma manera?.
Esta es una pregunta para la que no tenemos una respuesta clara, sobre todo hasta que se dé esa situación, pero en nuestra vida diaria seguro que la hemos experimentado en alguna ocasión en nuestras propias carnes, solamente tenemos que pensar detenidamente en las cosas que hacemos en el día a día.
Hoy puedo decir que me he sentido CONTROLADO, una compañera me lo ha dicho explícitamente: 'te llamo para controlarte', me ha espetado desde el otro lado del hilo telefónico y yo he pensado: 'el controlador controlado' porque hay que decir que me dedico a desarrollar programas informáticos para controlar la producción en plantas industriales, entre otras cosas.
Tomando a broma este control, lo he puesto en practica y después del desastroso entrenamiento del día de ayer me he tomado un día de auto-control: relax y tranquilidad, unas compras y un paseo hasta la biblioteca han completado la tarde.
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